Quién Soy?

Hola, soy Romina Alcantar, mamá de tres niñas, terapeuta transpersonal y especialista en trauma del desarrollo.

Desde hace años acompaño a personas, parejas y familias en su proceso de sanación y autoconocimiento. También he impartido talleres y cursos a miles de personas, siempre con un mismo propósito:
Transformar las heridas emocionales en fuerza y sabiduría.

Yo también he estado donde quizás estás tú. He aprendido a transformar mis propias heridas y creencias limitantes, y sé que tú también tienes la fuerza para hacerlo. No se trata de olvidar lo que pasó, sino de transformar cómo lo llevas contigo.


Mi Camino y Mi Forma de Acompañar

Mi experiencia como terapeuta y como madre me ha mostrado lo que realmente significa sanar. He acompañado a cientos de personas en su regreso a sí mismas, y he aprendido que la herida emocional no es un límite, sino una puerta hacia la libertad.

Trabajo desde un enfoque informado en trauma, inspirado en Gabor Maté, integrando psicología clínica, transpersonal y terapias de sanación.

Mi misión es ayudarte a ir a la raíz del dolor, creando un espacio seguro y compasivo donde puedas reconocerte como un ser completo.

Sanar tu infancia,

transformar tu presente

Un método profundo para liberar heridas emocionales y abrir el camino hacia la vida plena que mereces.

Te invito a ver este video y conocer mi método

Cómo Trabajo?

Mis sesiones se realizan principalmente online (por Zoom) y, en ocasiones, de forma presencial.


En la primera consulta exploramos juntos el motivo y las expectativas del proceso. A partir de ahí, la frecuencia y duración de la terapia se ajustan a cada persona, porque cada proceso es único.


Lo que sí busco es que cada sesión por sí misma tenga un impacto real, y que avances paso a paso hacia tu transformación, a tu propio ritmo.

Si has llegado hasta aquí, algo dentro de ti ya sabe que es momento de sanar.

Créeme, tu herida emocional no es tu final, es tu punto de partida.


Estoy aquí para caminar contigo en este viaje de regreso a ti mismo. Y aunque el camino no siempre es fácil, sí es profundamente liberador.

Testimonios